miércoles, 21 de septiembre de 2016

Eres biomagnetista? Con quien estudiaste?



Eres biomagnetista?, me preguntan y digo con orgullo “Si, lo soy”, ¿Con quién estudiaste? preguntan también y respondo con otra pregunta: ¿Importa con quién?



Creo sinceramente que el nombre del maestro con el que se estudia, poco o nada tiene que ver cuando se es un alumno sinceramente interesado en convertirse en un biomagnetista que conduzca a otros al encuentro de su salud física y emocional.



Conozco biomagnetistas que no pudieron pagar las elevadas sumas que cobran algunos maestros, y pagaron precios razonables por aprender con alumnos de maestros o alumnos de alumnos; se de otros enteramente autodidactas y aquéllos que se han dedicado a consulta, han contribuido a la recuperación de la salud de personas que sufren desde padecimientos leves hasta crónico-degenerativos con resultados de éxito.



Y claro, sabemos de aquéllos que pese a haber pagado fuertes cantidades por aprender biomagnetismo y bioenergética, no se dedican a consulta.



No niego que también hay quienes se dicen maestros y desconocen la terapia; se atreven a dar cursos sin tener la más mínima idea de lo que realmente es el biomagnetismo o la bioenergética y aunque cobren poco, el alumno es timado y obviamente no brinda la consulta adecuada.



Pero no a cualquier biomagnetista se le puede tachar de impostor o ignorante, cuando las pruebas hablan por sí mismas, porque existen casos de curación debidamente documentados y testimoniados, atendidos por alumnos de maestros y alumnos de alumnos.



Además, no todos los consultantes realmente interesados en recuperar su salud, pondrán su atención en quién firmó el papel que te acredita como biomagnetista, simplemente saben a qué te dedicas (se corre la voz de: “cura con imanes”, de la efectividad de tus terapias), tocan a tu puerta, te dan su confianza, piden tu ayuda y dejan en tus manos su salud.



Lo importante de ser biomagnetista, es tener una verdadera vocación, un verdadero interés en darle continuidad al aprendizaje no solo de los pares, sino de microorganismos patógenos, de anatomía, fisiología, hasta meridianos de acupuntura, centros energéticos, etc., y practicar, aplicar, comprobar, investigar, actualizarse, y sobre todo el amor y la dedicación que se ponga al ejecutar la terapia.




No importa con quién estudié… importa la gente que en mi consulta obtiene resultados, importan los TESTIMONIOS de recuperación… importa mi VOCACIÓN y más aún mi PASIÓN de ser biomagnetista!!!

Y vaya mi reconocimiento y agradecimiento al Dr. Isaac Goiz Duran que descubrió el par biomagnético!!!