lunes, 2 de marzo de 2015

DIABETES - La herencia del desamor



La diabetes es una enfermedad del páncreas, glándula con múltiples funciones en el cuerpo humano, tal como la producción de insulina, la hormona necesaria para mantener una concentración normal de glucosa en la sangre. La diabetes es consecuencia de una deficiencia en la función endocrina del páncreas, que se manifiesta como un déficit de insulina. 


La insulina es una hormona producida en el páncreas (localizado por detrás del estómago). La insulina se necesita para movilizar el azúcar de la sangre (glucosa) hasta las células, dentro de las cuales la glucosa se almacena y se utiliza después para obtener energía. Con la diabetes tipo 1, las células producen poca o ninguna insulina.

Sin la insulina suficiente, la glucosa se acumula en el torrente sanguíneo en lugar de entrar en las células. Esta acumulación de glucosa en la sangre se denomina hiperglucemia. Esto lleva a los síntomas de diabetes tipo 1, considerada como un trastorno autoinmunitario, que puede ser de origen hereditario (palabra clave sobre la que versa  nuestro artículo).


La diabetes tipo 1, conocida en biodescodificación como diabetes dulce, puede ocurrir a cualquier edad, pero se diagnostica con mayor frecuencia en niños, adolescentes o adultos jóvenes.

El páncreas es la glándula que está ligada al centro energético del plexo solar. Todo problema en esta glándula indica que existe un trastorno en el nivel emocional. De hecho, este centro de energía administra las emociones, los deseos y la mente. 


El azúcar corresponde al amor, a la ternura, al afecto; la diabetes refleja pues, lo contrario, desamor, carencia de éste, tristeza y amargura.

Es el Dr. Sergio M. Rozenholc, quien nos ilustra sobre la etimología de la palabra diabetes, que proviene del latín diabetes y ésta, del griego, y que significa correr a través o atravesar; y por otro lado, señala que en hebreo “dia” es dos y “beth” es cama... y aparece entonces el conflicto interesante: Podríamos pensar que la diabetes proviene de una dificultad que se desliza a través del amor de dos, en una familia: la madre y el padre. 


Manik hace conjeturas y dice: Preguntemos al consultante diabético si sus padres se amaban, si la relación era buena... la respuesta de la mayoría es negativa, entonces retomamos el concepto HERENCIA, claro!!! el diabético heredó el desamor de los padres...
 


En esta dificultad en el amor se revelan dos tipos de conflictos que operan simultáneamente en la mentalidad del consultante: el primero es de gran resistencia y el segundo de repugnancia, ambos heredados por el paciente diabético.

Y dice Rozenholc: Es muy interesante prestar atención a la sutileza de la calidad de dicha herencia: lo que se hereda no es la genética, sino la ética del gen que traduce la dificultad del amor de los padres, en un problema que tiene un operador orgánico en el hijo. 

Entonces, cabe preguntarnos por la razón del aumento de la glucosa; tal parece que el paciente se convierte en el equilibrio que sostiene este sistema familiar, es decir, su páncreas lo que hace es develar el desamor de los padres, imprimiendo una sobrecarga de dulzura imposible de canalizar.

Qué opinan???